En algún momento no premeditado, se produce el fenomeno natural más vibrante de todos los que acontecen en el Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas.

Tras una nevada intensa y un posterior cambio brusco de temperatura,  los cortados, cascadas, grietas y cauces de avenidas y de rios se llenan  del liquido elemento, en una ceremonia que asemeja a un orgasmo en la naturaleza, la rápida fusión de la nieve y el hielo dota a este espacio natural de una inusual combinación sólida y líquida, bendecida por los campos de olivos y de labor.

Mientras tanto, los ciervos pastan tranquilamente en las altas llanuras, apenas se inmutan por la presencia humana, al igual que el zorro, que ya conoce perfectamente los lugares de paso de muchos homínidos, y se deja fotografiar a cambio de algo de comida.

No hay una fecha concreta para que un rápido deshielo se dé, que es lo que lo hace único, impactante

y sorprendente.